Dentro del campo de la agricultura, los fertilizantes son uno de los mayores aliados para garantizar la seguridad alimentaria y la productividad del suelo. Gracias al aporte de nutrientes que otorgan los fertilizantes, los cultivos logran un mayor crecimiento y un mejor rendimiento.
Los fertilizantes usados en la agricultura pueden ser sólidos o líquidos. Estos se diferencian en la forma en que deben aplicarse; así como en la facilidad con la cual son incorporados al suelo, siendo los fertilizantes líquidos los que destacan en este aspecto.
¿Qué son los fertilizantes líquidos?
Un fertilizante es cualquier material natural o industrializado que contiene al menos un cinco por ciento de alguno de los nutrientes conocidos como primarios: nitrógeno, fosforo y potasio.
Cuando los fertilizantes son presentados como sustancias en estado líquido asimilables por las plantas, son llamados fertilizantes líquidos.
¿Para qué sirven los fertilizantes líquidos?
Uno de los requerimientos principales para asegurar el suministro de alimentos en el planeta es que los suelos sean fértiles. Pues, un suelo fértil es capaz de proporcionar elementos nutritivos esenciales a las plantas que se cultivan para nuestra alimentación. Estos elementos indispensables permiten que las plantas crezcan más rápidamente, por lo que se obtienen mejores cosechas.
En la actualidad, debido a lo prioritario que es contar con alimentos suficientes para cubrir los requerimientos alimentarios del mundo, el suelo no puede dejarse inactivo entre cosecha y cosecha, esto puede ocasionar una carencia de nutrientes esenciales en la tierra.
Entonces, surge la necesidad de emplear fertilizantes que ayuden a reponer los nutrientes perdidos en el uso acelerado de los suelos.
Por la forma en que se aplican y su facilidad de absorción, los fertilizantes en estado líquido son la mejor solución, ya que permiten recuperar los terrenos de cultivo más rápidamente y garantizar así, la existencia de suelos fértiles.